Las claves a tener en cuenta a la hora de armar la arquitectura web de mi página
¿Cómo debo estructurar mi sitio web? Esa es la gran pregunta.
La estructura de un sitio web es uno de los elementos clave a la hora de obtener éxito (o no) en nuestro propósito de atraer tráfico que, a posteriori, buscaremos convertir en negocio. Dicen los expertos que debemos situar todos nuestros contenidos al menos número posible de clics de la home, o página principal, y este hecho resulta, a la postre, diferencial. Porque, aunque haya quien tenga teorías de todo tipo sobre lo que hace el gran motor de búsqueda que todo lo condiciona, que es Google, la realidad es que el contenido sigue siendo la esencia de la red de redes que es internet.
Pero, ¿a que sabes de muchos que han decidido ponerse manos a la obra y montar su sitio web sin apenas pensar qué debían incorporar en él? O lo que es lo mismo, han empezado la casa por el tejado…
En todo proceso de creación de un sitio es básico pararse a pensar en qué es lo que querría ver el cliente, aquel que está buscando ese producto o servicio que nosotros pretendemos venderle. Muchas veces se comete el error de hacerlo al revés: se plantean las webs al gusto de la empresa, no del navegante. Error.
Es esencial tener claro a qué público objetivo nos dirigimos y los beneficios que podemos aportar.
Una home bien armada
Por ese motivo, uno de los hechos fundamentales a tener en cuenta es diseñar una puerta de entrada bonita, que ofrezca los elementos que nos hacen destacar de los demás o que pueden resultar más atractivos para nuestros clientes o potenciales clientes.
En este sentido, y teniendo en cuenta que sí prima -cada vez más- el planteamiento de mobile first, debemos contemplar una página de inicio sencilla, pero que aporte valor, con los elementos que va a buscar nuestro potencial usuario. Y es que la experiencia de usuario debe ser otro tótem a barajar en la creación y crecimiento de nuestro sitio. En este contexto, tampoco debemos descuidar las palabras clave con que queremos posicionar esa puerta de entrada a nuestra web; tampoco ventanas.
En la home debemos incluir lo más destacado que aportamos, nuestro valor añadido, además de muestras de por qué se nos debe elegir. Una vez expuesto ese distintivo, debemos agregar igualmente llamadas a la acción para conseguir microconversiones que deriven en conversiones finales.
El menú
Otro hecho clave que debemos definir -o predefinir- de manera solvente es el menú. Este elemento, que es -por aplicar un símil- como las raíces que salen de un árbol -en este caso, la home-, debe ofrecer de forma clara y concisa aquellos hitos básicos para el consumidor en la búsqueda de la información que requiere. Y lo haremos, como estamos apuntando, a partir del menú de navegación.
Así, además del logo de la empresa, que suele reportar un enlace de vuelta a la home, deberemos establecer las 5-6 áreas (cuantas menos, mejor) que van a definir la estructura de la web. Hay que tener en cuenta que podemos establecer submenús, pero es fundamental no marear al usuario con lineales, que serán a la postre carpetas, en las que depositaremos contenido.
Ese menú de navegación varía según el tipo de web, obviamente, pero es la clave de bóveda para que nuestro sitio tenga éxito o no. Tal cual. Suele incluirse en la parte superior de la página -o header–, contemplar cuestiones como los productos o servicios que aportamos, y una buena solución es adjuntar, igualmente, un espacio de búsqueda para que el cliente pueda dirigirse directamente a aquella parte de nuestro sitio que necesita ver, o ese producto en el que, en concreto, tiene interés.
Contacto y blog
Dentro de este menú es importante incluir información sobre quiénes somos y también cómo se puede contactar con nosotros, elementos ambos que transmitirán confianza para el usuario.
De igual forma, y en este caso con el propósito de mostrar a los robots de Google que nuestro sitio web es dinámico -tiene contenidos nuevos cada poco tiempo-, es básico disponer de un blog. Debemos valorar qué periodicidad de publicación ofrecemos a nuestros potenciales usuarios, e incluir en los posts que vayamos publicando contenido que aporte valor. Se deben escribir artículos en los que demos información interesante u ofrecer nuestros puntos de vista sobre cuestiones en las que seamos expertos, y tratar de acercar la visión que sobre ellas tenemos, con vistas a ganarnos la confianza de los posibles lectores. Podemos incorporar colaboraciones, y siempre que sea factible, conseguir colar nuestro enlace en otros sitios. Por ejemplo, a partir del guest blogging.
El pie de página
Otro apartado importante a cuidar es el footer o pie de página, en el que lo habitual es incorporar enlaces a los hitos más destacados de nuestro sitio web -suelen incluirse los elementos con mayor volumen de tráfico o aquellos que más nos interesa mostrar-, además de enlaces o el timeline de nuestras redes sociales, así como las páginas legales que siempre debe tener la empresa. A ello se ha sumado, en los últimos tiempos, el aviso de Cookies, que ha de autorizar quien accede a nuestro sitio.
De igual forma, al igual que indicábamos que debe estar presente en la parte que primero se ve al acceder a nuestro sitio, hay que incluir en el footer el contacto.
En todo este proceso es clave que tengamos en cuenta algunas cuestiones como que no cuesta nada respetar las indicaciones esenciales sobre SEO que cualquiera puede encontrar en internet (fijar niveles en los textos -H1, H2…, incluir texto alternativo en las fotografías, aportar índices de contenidos…)
De esta manera, podremos al menos competir con nuestros rivales, e, igualmente, obtener tráfico de calidad para alcanzar los objetivos finales que nos marquemos, que, habitualmente, estarán centrados en obtener ventas, de manera directa o indirecta.
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